Ahora que nuevos dirigentes hablan de levantar muros entre naciones, el viernes pasado vivenciamos la necesidad de romper muros. El muro de la ignorancia, del abuso, de la explotación, de los gritos, la falta de respeto, etc. Para ello construimos un muro que simbolizaba los valores negativos que podemos encontrarnos en nuestra sociedad. Por un lado, se encontraban, en palabras de A., "las cosas buenas del mundo" y, en el otro lado, las "cosas malas del mundo. Comenzamos viendo las acciones que aparecían en las tarjetas y a continuación nos planteamos llevar a Estrella al lado de las "cosas buenas". El problema fue que cuando programamos a Estrella el muro no le permitió llegar. ¿Cómo se sentía Estrella? ¿Qué hacíamos?
La primera opción fue que Estrella esquivara el muro, pero éste crecía poco a poco y no le dejaba pasar. Hasta que M.R.C. nos dijo que era necesario quitar el muro, pero ¿qué hacíamos para quitarlo? A. tuvo una brillante idea "hacer cosas buenas o decir palabras como amor". Así comenzaron, sin yo decirles nada, a abrazar al compañero o decirlos nuestras "palabras mágicas". Cada vez que hacían o decían una buena acción yo iba quitando una pieza del muro.
A mi también me tocó el momento abrazo |
Luego nosotros levantamos un muro pero para que Estrella estuviera lejos de los valores negativos, pero había un problema. Como nos decía A.J. "yo veo las cosas malas". La afirmación me vino genial para hablarles de que era importante saber que en el mundo hay injusticias, cosas malas, y ya depende de nosotros hacer todo lo posible para que desaparezcan o sigan con nosotros. Lo esencial era saber reconocerlas.
Y así fue como terminó una actividad que llevaba programada pero que no sabía cómo se iba a desarrollar al completo. Muy posiblemente si lo tuviera todo muy bien pensado no hubiera sido una actividad tan rica para ellos como lo fue también para mí.
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