Pepita llega al cole

Hace unas semanas uno de los peques de clase llegaba con una sorpresa a clase: una salamanquesa. 

Lo primero que nos dijo fue que la había encontrado en la playa, que teníamos que soltarla y que la había traído a clase para enseñárnosla. Nos explicó también que le había hecho agujeros a la caja para que pudiese respirar y que le había puesto comida, aunque todos estaban de acuerdo de que las salamanquesas comían moscas, mosquitos, etc., pero no galletas.

Comenzamos a investigar un poco a las salamanquesas antes de soltar a nuestra amiga. Vimos qué comían realmente, comprobando así las hipótesis de la clase, vimos dónde vivían y nos centramos sobre todo en cómo eran capaces de subir las paredes. Según ellos era porque tenían ventosas en las patas. Luego pudimos ver que realmente tienen un pequeños pelos que hacen de ventosas en la pared. Vimos como su barriga era suave, pero su espalda era rugosa y "con pinchos".

Les hizo mucha ilusión soltarla en el patio de primaria, pero sobre todo ver cómo se movía y subía el muro sin ningún problema. 

Con nuestra amiga hemos aprendido que no es bueno coger los animales porque donde mejor están es en su habitat, además, en el caso de las salamanquesas, nos pueden arañar o morder al intentar cogerlas.

Nota: como no sabíamos si era macho o hembra le pusieron de nombre Pepita o Pepe, aunque según ellos era hembra porque estaba embarazada, le veían "tripita".