Una de las propuestas de mejora para este trimestre es la puesta en marcha de talleres de robótica para hacer más fructíferos el tiempo y los recursos que tenemos en clase. Durante la semana pasada, y esta semana, he realizado varias pruebas a ver cómo podían ser más independientes y autónomos para jugar con sus robot de clase, ya que la idea es que estos talleres se lleven a cabo en un rincón cuando trabajamos por rincones.
Contentos por lograr su objetivo. |
Riéndose porque no han logrado el objetivo. De los errores también se aprende (y se divierte). |
Para estas pruebas he dividido la clase en dos grupos y han jugado con Estrella y Estrellón. He probado con dos alumnos (un niño y una niña) para que hicieran de supervisores del juego, cuyo labor consistía en regular el juego, facilitar que todos participen (aunque ellos se regulan muy bien) y comprobar que seguían las pautas para programar a los robot, también con un único supervisor, etc.
Al final lo más adecuado es formar grupos con un único supervisor o supervisora, ya que hace más agil el juego. Además, el supervisor/a contará con la guía que aparece el principio de esta entrada para poder recordarle a todos los pasos que tienen que seguir: borrar el programa anterior, introducir los comandos y clicar en "go".
Todo esto no implica que no trabajemos con nuestros Bee-Bot en gran grupo, en parejas, etc. En clase estamos abiertos siempre a trabajar con diferentes agrupaciones de alumnnos para facilitar el aprendizaje.
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