Os he comentado que íbamos a trabajar un artista relacionado
con los valores de paz, pues bien se trata del artista callejero anónimo
Banksy. Desde mi punto de vista es un grafitero que tendría que estudiarse en
la E.S.O. y en Secundaria para poder reflexionar sobre qué nos dicen sus
creaciones (si no las conocéis buscarlas por internet), pero en educación
infantil se puede sacar también provecho.
En clase hemos estado hablando de que su nombre verdadero no
es Banksy y que no sabemos quién es porque oculta su nombre, ya que hace algo que no se debe hacer. Hemos hablado de que a pesar de hacer algo no legal él busca que la gente piense y se "ponga contenta" cuando ve sus
creaciones, y por ahí hemos hablado de una de las funciones de la policía que
no es otra que vigilar que todo el mundo cumpla las normas.
Pues bien nosotros hemos realizado dos obras en gran grupo y
las hemos colocado de forma anónima en el patio del colegio, nuestro fin es que
cuando las vean otros compañeros/as y profesores/as se alegren y piensen sobre
la obra.
La primera consistía en hacer caras sonrientes, porque
cuando vemos alguien sonreír nos contagiamos de esa sonrisa (lo de poner caras
fue una idea de A.R. cuando les pregunté que podíamos hacer para que la gente
estuviera contenta cuando viera nuestros dibujos). Así que con caras contentas
hicimos una cara contenta gigante, a la que yo titulé Smile (sonríe en inglés).
Para decorar con pegatinas la palabra Smile cada niño/a iba
saliendo y explicándonos que era lo que le ponía feliz. La mayoría decía cosas
relacionadas con su familia: que mi madre me haga cosquillas, jugar con mi
papá, que mi madre me protege (que nivel tienen algunos), etc. Así que nuestra
palabra mágica ya estaba cargada de buenas intenciones y sentimientos.
La otra obra consiste en escribir palabras bonitas para
regalar. Estas palabras la hemos dicho en gran grupo en asamblea, pero aún no la hemos llevado al patio de primaria porque no nos ha dado tiempo, supongo que lo haremos la semana que viene. La idea es copiar en un papel esas palabras (una palabra cada alumno/a) y decorarlas libremente. Con esta idea intentamos llevar fuera
del aula la actividad de Palabras mágicas que tenemos en el aula, contagiando
así al resto de compañeros/as de nuestra buenas intenciones.
Como veis en la fotos nuestra primera obra levantó mucha expectación y nosotros nos sentimos genial realizándola, aunque el viento hizo que no durará más que un par de horas en la pared. Por cierto, como habréis intuido este tipo de actividades se realizan para construir un grupo cohesionado, al mismo tiempo que aprendemos a conocer y expresar nuestros sentimientos (eso que llaman Inteligencia Emocional).
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